Cuando hablamos de política exterior, podemos ubicar a pocos países que hacen acuerdos comerciales con todas las regiones. Así es el fenómeno húngaro, bien llamado por su facilidad en hacer negocios por toda Europa para atraer inversión al país. Como mencionaba en la nota anterior, citando la frase "El Estado no debe intervenir en caso de no ser necesario", obviamente teniendo en cuenta la reflexión de qué cosas necesita el país para mejorar y cuáles no.
Obviamente, aquí enseguida voy a hacer un punto y aparte. Hungría, si hablamos de sus leyes, es un país muy estricto en cuanto a las leyes de protección a las familias y está en contra de la comunidad LGBTQ+ (aunque internamente quizá no sea tan así). Quizá el país deba hacer un cambio de estadio (y en mi opinión, deseo que suceda), pero aún una parte de la sociedad de mayor edad no está preparada para este cambio. Vale destacar que la comunidad húngara es muy religiosa, teniendo así practicantes católicos y protestantes en mayor medida.
Volviendo a lo anterior, y nuevamente sobre el análisis, cabe destacar que las políticas en general deben leerse hoy desde una posición multipolar, lo cual hace que lo que sucede en Argentina sea totalmente diferente a lo que sucede en la Unión Europea.
Si volvemos nuevamente a la política exterior, obviando lo que sucede desde Székesfehérvár hasta Nagyhódos, podemos apreciar los grandes números que obtiene el país y cómo se está sustentando hasta el día de hoy.
Grandes inversores extranjeros:
Desde una posición de tercera, cuarta, infinita posición dentro del paradigma político, analizando todo el contexto, hay un gran crecimiento en el país, lo que refleja un poco la forma de vivir un poco más tradicional pero con mucha meritocracia, lo que hace que se puedan hacer grandes negocios.
Dentro del mismo análisis, hay que destacar que, siendo ciudadano húngaro (luego de los 4-5 años con un nivel B1/B2, se puede aplicar a la ciudadanía magiar), se pueden aplicar a diferentes hipotecas muy sencillas. Mientras más grande sea el grupo familiar, menor será la tasa de interés sobre el préstamo solicitado.
Desde mi experiencia, la clave del país magiar en cuanto a lo que uno puede llegar a ganar es tener un terreno propio para poder obtener los beneficios de tener un salario mediano/bajo en la Unión Europea, pero invirtiendo en la vida de uno mismo.
Hay que destacar la gran labor de Szijjártó Péter, que como Ministro de Relaciones Exteriores ha logrado captar a muchas empresas, así como también su equipo la mejora de las comunidades húngaras en el extranjero (Diaspora), lo cual hizo, por ejemplo, que la ciudad de Budapest (capital) haya duplicado o triplicado su valor en menos de 10 años.
Acá tenemos que hacer un punto y aparte, ya que, por ejemplo, la economía húngara estaba estable hasta la llegada del COVID en 2020 (así como también en muchos países), lo cual, luego de las continuas carreras contra la inflación, la relación entre los salarios y el costo de vida no era muy viable para cualquier ciudadano.
Yo creo que va a tomar un tiempo estabilizarse nuevamente, pero volviendo e invocando nuevamente al fenómeno magiar:
Hoy en día, el Fidesz (Partido del oficialismo) tiene vetada su participación en el PPE (Partido Popular Europeo) luego de un escándalo sobre las votaciones sobre las medidas en COVID-19. Hoy en día existen otros conflictos, como por ejemplo, la discusión nuevamente de la cuota de inmigrantes ilegales que ingresan buscando un futuro mejor en París o Berlín. En esta discusión, las posturas son claras, hay países que no pueden sostener la cantidad de inmigrantes y la idea es trasladarlos a países con menos inmigrantes ilegales. Es ahí donde Hungría y Polonia entran en acción, ya que hay una disputa muy grande con estos países, comenzando primero por los conflictos de la primera cuota de 2014 y luego los derechos básicos.
Yo creo que en este sentido, el Estado húngaro debe negociar estas cuestiones, como por ejemplo, primero haciendo las paces con una gran parte de la sociedad que se siente discriminada por las diferentes cuestiones sociales que el Estado representa. A mi parecer, el Fidesz es el único partido capaz hoy de más o menos ordenar el país, así como lo viene haciendo hace una década, pero la cuestión es nuevamente negociar con los países y ser más inteligentes en cuanto a un partido conformado. Así como el impacto del ingreso a la UE en 2004 fue muy grande en cuanto a la motivación de las personas, también en este sentido sucederá de igual manera.
Son el único partido que lucha por el reconocimiento de ser una nación milenaria, de seguir reclamando por el revisionismo de 1920, de respetar las instituciones húngaras y toda la cultura. Es una nación que debe nuevamente reclamar por sus territorios que han sido prácticamente arrebatados aprovechándose de una guerra conformada primero para hacer caer a los Habsburgo y luego a los países que estuvieron en contra durante más de 20 años.
Queda aún mucho por hacer